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Día Internacional de los Trabajadores 2025 El orden capitalista se prepara para la guerra entre naciones ¡El proletariado debe prepararse para la guerra entre clases! Sólo el derrotismo revolucionario de la clase obrera puede detener la guerra imperialista ¡Abajo el nacionalismo - Larga vida al internacionalismo de la clase obrera! Nubes ominosas se están acumulando sobre vastas áreas del mundo, mientras que en otras, la tormenta de la guerra ya está rugiendo desde hace algún tiempo. En el mundo, dominado por las leyes del capital, están ocurriendo 56 conflictos de diverso tamaño e intensidad, que involucran a 90 países: desde Ucrania hasta Palestina, desde el Congo hasta Yemen, desde Myanmar hasta Sudán. La economía mundial se estanca, abrumada por la sobreproducción de bienes, y cualquier intento de restaurar su impulso choca con las irreconciliables contradicciones de este sistema de producción ahora anti-histórico. El abandono del libre comercio, que ha caracterizado las últimas décadas, y el retorno al proteccionismo y al nacionalismo económico, son una prueba más de que el régimen del capital está sobreviviendo a sí mismo. Por un lado, el proteccionismo aumentará aún más la explotación del proletariado, y por otro, intensificará la lucha por el reparto de los mercados. La guerra comercial entre los imperialismos es un anticipo de la guerra abierta, como ocurrió en las dos guerras mundiales del siglo pasado, la primera de las cuales fue detenida en toda Europa por la victoria de la revolución proletaria de Octubre de 1917 en Rusia, un brillante ejemplo histórico de cómo se puede romper la máquina de guerra del capital. Estados Unidos, la principal potencia económica y militar del mundo, está reaccionando a la crisis con el proteccionismo y amenazando con desplegar su enorme máquina de guerra para contener a su rival mundial, China. La República Popular China −la segunda nación capitalista más poderosa del mundo, usurpando el título de socialista, como lo hizo una vez la URSS estalinista− continúa con cada vez mayor dificultad, en un contexto de crisis económica general, su crecimiento industrial y militar, manteniendo un perfil bajo para ganar posiciones a nivel comercial y diplomático, mientras se prepara para la confrontación también a nivel militar. En un intento de salir de la recesión industrial, los imperialistas europeos se rearman, con el pretexto de responder a la amenaza rusa, pero su rearme se dirigirá principalmente contra el proletariado, que hoy está llamado a hacer sacrificios y mañana a ir al frente a defender los intereses de sus amos. Una Europa unida −imposible bajo el capitalismo− se verá desgarrada por una Tercera Guerra Mundial Imperialista, como ocurrió en la Primera y la Segunda, con los diversos Estados nacionales poniéndose del lado de los imperialistas estadounidenses o chinos. La carrera armamentística mundial requerirá la movilización de enormes recursos, que se restarán de hospitales, escuelas, salarios y pensiones. En Corea del Sur, la burguesía está trabajando para introducir una semana laboral de 64 horas, mientras que algunos países ya están considerando la reintroducción del servicio militar obligatorio; Polonia tiene la intención de reclutar a toda la población masculina para períodos de entrenamiento militar. La clase obrera no puede luchar de manera decisiva e intransigente para defender sus condiciones de vida y de trabajo sin desafiar la economía nacional, que no es más que capitalismo. Esta batalla debe librarse no sólo en todos los países, sino también dentro del movimiento sindical, que hoy está mayoritariamente dominado por sindicatos sumisos a los intereses burgueses nacionales. Los trabajadores deben luchar contra la dirección abiertamente burguesa u oportunista dentro de los sindicatos, que históricamente han sido cómplices de la marcha de los trabajadores por la defensa de su patria, y continuarán con la misma tradición cuando las fosas comunes de la Tercera Guerra Mundial Imperialista de mañana sean excavadas y llenadas con los cadáveres del proletariado. En Estados Unidos, el presidente del sindicato United Auto Workers ha aclamado los aranceles proteccionistas que aumentan los precios de los bienes como una victoria para la clase obrera. En Italia, el secretario general de la Confederación General Italiana del Trabajo encabezó una manifestación a favor del rearme europeo, es decir, la matanza de proletarios. Una verdadera lucha por aumentos salariales significativos, por mejores y más seguras condiciones de trabajo, por la reducción de la jornada laboral se convierte también en una lucha contra el gasto en rearme, la única verdadera oposición a la militarización de la economía y la sociedad −preparando eficazmente al proletariado para la lucha revolucionaria por el comunismo con la auténtica tradición marxista, representada por el partido de clase internacional como su instrumento de emancipación. La impersonal fuerza histórica y la necesidad del comunismo, un nuevo modo de producción que ya está maduro y apremiante en el vientre del monstruo capitalista, se presentará una vez más como la única alternativa verdadera posible: o guerra burguesa para la preservación de este sistema de producción o revolución comunista internacional. HOY COMO AYER, GUERRA A LA GUERRA ! EL ENEMIGO DE LA CLASE OBRERA ESTÁ EN SU PROPIO PAÍS ! ¡PROLETARIOS DEL MUNDO, UNÍOS ! |