In the face of attacks on our standard of living and the active super-

exploitation and the deportations of our immigrant class brethren, you have chosen the path of action, of resistance which must be accompanied by a struggle within our unions and within our workplaces towards general strike action! Revolts and protests are a great first step, but without strikes and stronger worker organizations, they are doomed to fail. Beware! The bourgeoisie seeks to co-opt your genuine proletarian anger to serve its own ends and to reinforce the very system that generates these merciless attacks: capitalism.

DON’T LET YOUR BEAUTIFUL WILLINGNESS TO STRUGGLE AND SACRIFICE BE FOR NOTHING!

Democracy and fascism are two sides of the capitalist system that reinforce and depend upon each other. Liberal democracy is the stable form of the class dictatorship of the capitalists when the inevitable social crisis is tame, while fascism is the same class in power but with the centralization of authority and expansion of outward State violence to maintain capitalism during crisis.

The bourgeois State, with its Constitution, Bill of Rights, courts, law, and parliament, is not “ours” nor will it ever be as it is these institutions that serve to defend and enforce the rabid exploitation of the proletariat by the bourgeoisie. There is nothing within the bourgeois State to defend! Not democracy, not the once historically great Constitution, nor the bourgeois rule of law! The bourgeoisie proclaims “inalienable rights” of all kinds (human, civil, natural, etc.) yet they are complete falsehoods and do not serve to benefit you as they are rooted in separation, competition, and property. The recent outburst of proletarian anger in LA proves the necessity of the State to bypass its own laws to subdue unrest that threaten its existence.

According to the bourgeoisie, freedom means the liberty to exploit wage-laborers for profit and equality means the formal legal equality of people in a market of unequal power. The bourgeoisie and its lackeys will have you believe that by merely making your voice heard and appealing to politicians both Democrat or Republican will bring change, but nothing could be further from the truth!

Abolishing ICE, the police, or any other fundamental change in society is unrealistic without an international workers revolution. The proletariat must continue to wage its struggles for radical increases in wages, reductions in working hours, better working conditions, and the broadening of meaningful solidarity to extend not only across sectors and unions but across racial divides, growing our capacity internationally to actively defend the most exploited amongst us, including immigrant workers at home. This means organizing into worker unions or coordinations and struggling for class unionism against union leadership that is in collaboration with the bosses and the State, so that if any worker were arrested at their place of work by ICE, a union could immediately call for a city wide general strike.

It will take the numbers and barbaric surge of hearts, ten fold that of which we see in LA, united as workers across all divides in a class union movement with the leadership of the International Communist Party in a war against capitalism itself. Genuine liberation can only come through the establishment of proletarian dictatorship and world communism with the abolition of wage-labor, money, commodity production, and the State.

¡Cuidado tarbajadores!

Al Frente de los ataques a nuestro nivel de vida y la super-explotación activa y las deportaciones de nuestros hermanos de clase inmigrantes, ¡habéis elegido el camino de la acción, de la resistencia que debe ir acompañada de una lucha dentro de nuestros sindicatos, y dentro de nuestros lugares de trabajo, hacia la huelga general! Las revueltas y protestas son un gran primer paso, pero sin huelgas y sin organizaciones obreras más fuertes, están condenadas al fracaso. ¡Cuidado! La burguesía pretende cooptar nuestra auténtica rabia proletaria para servir a sus propios fines y reforzar el propio sistema que genera estos ataques: el capitalismo.

¡NO DEJÉS QUE NUESTRA HERMOSA VOLUNTAD DE LUCHAR Y SACRIFICIO SEA EN VANO!

La democracia y el fascismo son dos caras del sistema capitalista que se refuerzan y dependen entre sí mismosmutuamente. La democracia liberal es la forma estable de la dictadura de clase de los capitalistas cuando la crisis social inevitable es moderada, mientras que el fascismo es la misma clase en el poder, pero con la centralización del poder y la expansión de la violencia estatal hacia el exterior para mantener el capitalismo durante la crisis.

El Estado burgués con su Constitución, su Declaración de Derechos, sus tribunales, sus leyes y su parlamento no es «nuestro» ni lo será jamás, ya que son estas instituciones las que sirven para defender y hacer cumplir la explotación rabiosa del proletariado por parte de la burguesía. ¡No hay nada que defender dentro del Estado burgués! ¡Ni la democracia, ni la Constitución, que en su día fue grande, ni el imperio de la ley burguesa! La burguesía proclama «derechos inalienables» de todo tipo (humanos, civiles, naturales, etc.), pero son falsedades absolutas y no sirven para beneficiarte, ya que se basan en la separación, la competencia y la propiedad. El reciente estallido de ira proletaria en Los Ángeles demuestra la necesidad de que el Estado pase por alto sus propias leyes para sofocar los disturbios que amenazan su existencia.

Según la burguesía, la libertad significa la libertad de explotar a los trabajadores asalariados para obtener beneficios, y la igualdad significa la igualdad legal formal de las personas en un mercado de poder desigual. La burguesía y sus lacayos quieren hacernos creer que con solo hacer oír nuestra voz y apelar a los políticos, tanto demócratas como los republicanos, se logrará el cambio, ¡pero nada pues ser más lejano de la realidad!

Abolir el ICE, la policía o cualquier otro cambio fundamental en la sociedad tiene poca realidad sin una revolución internacional de los trabajadores. El proletariado debe continuar librando sus luchas por aumentos salariales radicales, reducciones de la jornada laboral, mejores condiciones de trabajo y la ampliación de una solidaridad significativa que se extienda no sólo entre sectores y sindicatos, sino también entre las divisiones raciales, aumentando nuestra capacidad internacional para defender activamente a los más explotados entre nosotros, incluidos los trabajadores inmigrantes en nuestro país. Esto significa organizarse en sindicatos de trabajadores y luchar por un sindicalismo de clase contra los dirigentes que colaboran con los patrones y para la acción huelguística más generalizada.
Se necesitará el número y el impulso bárbaro de los corazones, diez veces más de lo que vimos en Los Ángeles, unidos como trabajadores más allá de todas las divisiones en un movimiento sindical de clase con la dirección del Partido Comunista Internacional en guerra contra el capitalismo mismo. La liberación verdadera solo puede venir con el establecimiento de la dictadura proletaria y el comunismo mundial, con la abolición del trabajo asalariado, el dinero, la producción de mercancías y el Estado.